martes, 25 de junio de 2013

Blancanieves, de Pablo Berger


La semana pasada recuperé en DVD una película que no pude ir a ver al cine. Había oído hablar de ella, bien y mal. Ahora ya puedo opinar: Blancanieves, de Pablo Berger, es una obra de arte. Si alguien todavía no la ha visto, si siente cierto reparo ante una película muda, en blanco y negro, ambientada en los años 20, en Sevilla, con flamencos, toreros, enanos…y todo ello inspirado en el popular cuento de los Hermanos Grimm, desde aquí le pido que olvide sus recelos, se siente y disfrute de la emoción que sin ninguna duda le provocará esta Blancanieves entre expresionista y castiza, melodrama gótico con esencia andaluza. Aunque sea muda, los actores, fantásticos sin excepción, hablan con la mirada. La fotografía en blanco y negro proporciona imágenes que se quedan en la retina para siempre. La música de Alfonso Villalonga, habitual colaborador de Isabel Coixet, siempre en su justa proporción, aporta matices orquestales, cabareteros, folclóricos, circenses…y, junto con las miradas y la dicción de los actores (cuyos diálogos se entienden tan solo leyendo los labios), harían innecesaria la presencia de los intertítulos (aunque estos añaden un adecuado sabor antiguo a la película). 

Una delicia.