jueves, 23 de mayo de 2013

La farsa del juego de cañas




Diego Sánchez de Badajoz, natural de Talavera de la Reina, fue canónigo de la Catedral de Badajoz durante la primera mitad del s. XVI, para la cual escribió un gran número de dramas sacros recogidos por su sobrino en la obra póstuma Recopilación en metro (Sevilla, 1554). La Recopilación contiene 32 obras teatrales de temática diversa, casi todas ellas de carácter alegórico, en las cuales el uso de la música alcanza una complejidad y una riqueza desconocida hasta entonces. Dentro de su creación dramática, la Farsa del juego de cañas es una de las obras más interesantes no solo por la importancia de la música sino también  por la inclusión de ruidos fuera de escena y sonidos onomatopéyicos, así como por la espléndida información que aportan sus didascalias. Sánchez de Albornoz presenta de esta manera la farsa:

Farsa en que se representa un juego de cañas espiritual de virtudes contra vicios. Son interlocutores: un Pastor y una Pastora, que han de estar en un tablado en parte que todo el auditorio lo vea, y una Sibila en figura de ángel, que a su tiempo se asentará en una silla que ha de estar puesta en parte alta, de manera que sojuzgue a todos y que todos la vean, delante de la qual estará un blandón o hacha ardiendo pendiente de un hilo de hierro con su hoja de lata encima, de arte que parezca que se tiene en el aire. Todas las demás figuras han de estar y representar en parte ascondida, donde nadie las pueda ver salvo la Sibila, porque ha de dar razón de lo que hicieren.


Sánchez de Badajoz hace cantar a los diferentes personajes de forma distinta. Así, la Sibilia dize en alta boz, medio cantando en un tono igual. San Juan cantando como quien apregona. Los pastores folían y cantan con su panderete y su atambor. En cuanto a los géneros, el principal es el villancico, siempre en boca de los pastores.


Villancico (Pastores):


No me las enseñes más

que me matarás.

No me las enseñes más

que me matarás.


Copla (Serrana):


 Estábase la monja

en el monesterio

sus teticas blancas

de so el velo negro

No me las enseñes más

que me matarás.


La Farsa del juego de cañas  combina composiciones profanas -villancicos y folías- con una especie de recitar cantando de la Sibila/ángel, cantos litúrgicos en latín, música instrumental descriptiva y variedad de ruidos para crear un ambiente. Desgraciadamente, toda la música se ha perdido.