lunes, 13 de mayo de 2013

Otra triste despedida, como lágrimas en la lluvia



Mala racha llevamos. Ha fallecido Constantino Romero. No es difícil poner pegas al nivel interpretativo en el cine español, pese a que ha habido y sigue habiendo grandes actores (entre los que se fueron, Pepe Sancho, entre los que están, Eduard Fernández), sobre todo en lo que respecta a las últimas y decepcionantes hornadas (sé que generalizo, pero pocos son capaces de aportar una interpretación que perdure). No sucede lo mismo con el nivel general del doblaje, que es magnífico. Admitiendo que el doblaje inevitablemente resta una parte importante del trabajo de un actor, hay que reconocer que, en determinados casos, la excelencia de quien dobla llegar incluso a superar la versión original, pese a que la manipula de alguna manera. Entre los grandes dobladores estaba sin duda alguien que acaba de despedirse de forma definitiva (lo había hecho a nivel profesional hacía ya algún tiempo): Constantino Romero. Sirva esta entrada como homenaje a un artista que antecedió en el teatro a Johnny Depp (protagonista de la versión cinematográfico-burtoniana) en el papel Sweeney Todd, junto a otra figura del doblaje, Vicky Peña, y que puso su voz a Clint Eastwood en maravillas como “Los puentes de Madison”. Pero si hay un momento estelar, en mi opinión, en la carrera de Constantino, es este:



Descansa en paz.