miércoles, 20 de noviembre de 2013

Venus del espejo


Aparecida en un inventario en 1651 como propiedad del Marqués de Eliche, gran amante de la pintura de Velázquez (y de las mujeres), parece que podría representar a su esposa o a una de sus amantes. Se ha dicho sobre esta obra que da la sensación de que el artista ha sorprendido a Venus mientras Cupido, resignado, sostiene el espejo en el que se refleja el rostro de la belleza, aunque lo que deberíamos ver sería el cuerpo de la diosa.

Niña, si encontrares 
durmiendo a Cupido, 
si velar no quieres, 
déjale dormido.

Durmiendo estaba una tarde 
en las flores Cupidillo, 
que se duerme fácilmente 
quien es ciego y quien es niño. 

No está siempre Amor despierto; 
tal vez suele conducirlo 
la mudanza y el cansancio 
al letargo del olvido. 

Y una zagaleja libre 
de su amoroso dominio, 
no queriendo querer nunca, 
quiso despertarle y quiso.

Solo humano. Anónimo. Manuscrito de la Biblioteca Marziana de Venecia.


martes, 19 de noviembre de 2013

Antonio Vega

Y hablando de la desaparición de Lou Reed, cómo se echa de menos a Antonio, en estos tiempos de Melendis y Bisbales...