jueves, 30 de mayo de 2013

La gitanilla

La gitana. Franz Hals.


Cuando Preciosa el panderete toca
y hiere el dulce son los aires vanos,
perlas son que derrama con las manos,
flores son que despide con la boca.

Suspensa el alma, y la cordura loca,
queda a los dulces actos sobrehumanos,
que, de limpios, de honestos y de sanos,
su fama al cielo levantado toca.

Colgadas del menor de sus cabellos
mil almas lleva, y a sus plantas tiene
amor rendidas una y otra flecha.
Ciega y alumbra con sus soles bellos,
su imperio amor por ellas le mantiene,
y aún más grandezas de su ser sospecha.


Pese a que siempre ha valorado la poesía de Cervantes muy por debajo de su prosa, es especialmente encantador este Soneto de La gitanilla perteneciente a sus Novelas ejemplares.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Layla

¿Qué harás cuando te encuentres sola y nadie esté esperando a tu lado? Layla, me tienes a tus pies.



Y a los de Clapton y Knopfler. Dos maestros.

martes, 28 de mayo de 2013

Im Abendrot


...de los cuatro últimos lieder de Richard Strauss, una de las páginas más hermosas que nunca se han escrito, en interpretación de Elisabeth Schwarzkopf y la Radio Symphonie Orchester de Berlí dirigida por Szell.

IM ABENDROT (Joseph von Eichendorff)


Wir sind durch Not und Freude
gegangen Hand in Hand,
vom Wandern ruhen wir (beide)
nun überm stillen Land.

Rings sich die Täler neigen,
es dunkelt schon die Luft,
Zwei Lerchen nur noch steigen
nachträumend in den Duft.

Tritt her und lass sie schwirren,
bald ist es Schlafenszeit,
dass wir uns nicht verirren
In dieser Einsamkeit.

O weiter, stiller Friede!
So tief im Abendrot,
wie sind wir wandermüde-
ist dies etwa der Tod?

EN EL CREPÚSCULO


Entre penas y alegrías,
mano a mano, hemos caminado.
Reposemos ahora de nuestros viajes,
en la tranquila campiña.

A nuestro alrededor se inclinan los valles,
ya se ensombrece el cielo.
Sólo dos alondras alzan todavía el vuelo
soñando de nuevo en aire perfumado.

Acércate y déjalas revolotear,
pronto será hora de dormir,
para que no podamos perdernos
en esta soledad.

Oh, inmensa y silenciosa paz,
tan profunda en el crepúsculo,
qué fatigados estamos por haber caminado.
¿Será esto, entonces, la muerte?

jueves, 23 de mayo de 2013

La farsa del juego de cañas




Diego Sánchez de Badajoz, natural de Talavera de la Reina, fue canónigo de la Catedral de Badajoz durante la primera mitad del s. XVI, para la cual escribió un gran número de dramas sacros recogidos por su sobrino en la obra póstuma Recopilación en metro (Sevilla, 1554). La Recopilación contiene 32 obras teatrales de temática diversa, casi todas ellas de carácter alegórico, en las cuales el uso de la música alcanza una complejidad y una riqueza desconocida hasta entonces. Dentro de su creación dramática, la Farsa del juego de cañas es una de las obras más interesantes no solo por la importancia de la música sino también  por la inclusión de ruidos fuera de escena y sonidos onomatopéyicos, así como por la espléndida información que aportan sus didascalias. Sánchez de Albornoz presenta de esta manera la farsa:

Farsa en que se representa un juego de cañas espiritual de virtudes contra vicios. Son interlocutores: un Pastor y una Pastora, que han de estar en un tablado en parte que todo el auditorio lo vea, y una Sibila en figura de ángel, que a su tiempo se asentará en una silla que ha de estar puesta en parte alta, de manera que sojuzgue a todos y que todos la vean, delante de la qual estará un blandón o hacha ardiendo pendiente de un hilo de hierro con su hoja de lata encima, de arte que parezca que se tiene en el aire. Todas las demás figuras han de estar y representar en parte ascondida, donde nadie las pueda ver salvo la Sibila, porque ha de dar razón de lo que hicieren.


Sánchez de Badajoz hace cantar a los diferentes personajes de forma distinta. Así, la Sibilia dize en alta boz, medio cantando en un tono igual. San Juan cantando como quien apregona. Los pastores folían y cantan con su panderete y su atambor. En cuanto a los géneros, el principal es el villancico, siempre en boca de los pastores.


Villancico (Pastores):


No me las enseñes más

que me matarás.

No me las enseñes más

que me matarás.


Copla (Serrana):


 Estábase la monja

en el monesterio

sus teticas blancas

de so el velo negro

No me las enseñes más

que me matarás.


La Farsa del juego de cañas  combina composiciones profanas -villancicos y folías- con una especie de recitar cantando de la Sibila/ángel, cantos litúrgicos en latín, música instrumental descriptiva y variedad de ruidos para crear un ambiente. Desgraciadamente, toda la música se ha perdido.

viernes, 17 de mayo de 2013

Marizápalos bajó una tarde al verde sotillo de Vacia-Madrid...




Marizápalos bajó una tarde 
al verde sotillo de Vacia-Madrid, 
porque entonces, pisándole ella, 
no hubiese más Flandes que ver su país. 

Marizápalos era muchacha 
y enamorada de Pero Martín,
por sobrina del cura estimada, 
la gala del pueblo, la flor del abril.

Dijo Pedro, besando la nieve, 
que ya por su causa miró derretir: 
"En tus manos más valen dos blancas 
que todo el Ochavo de Valladolid." 

Merendaron los dos en la mesa 
que puso la niña de su faldellín 
y Perico, mirándole verde, 
comió de la salsa de su perejil. 

Al ruido que hizo en las hojas 
de las herraduras de cierto rocín, 
el Adonis se puso en huída, 
temiendo los dientes de algún jabalí. 

Era el cura que al Soto venía 
y, si poco antes aportara allí, 
como sabe gramática el cura, 
pudiera cogerlos en el mal latín.

Merendaron los dos en la mesa 
que puso la niña de su faldellín 
y Perico, mirándole verde, 
comió de la salsa de su perejil. 

Al ruido que hizo en las hojas 
de las herraduras de cierto rocín, 
el Adonis se puso en huída, 
temiendo los dientes de algún jabalí. 

Era el cura que al Soto venía 
y, si poco antes aportara allí, 
como sabe gramática el cura, 
pudiera cogerlos en el mal latín.

Interpretación: La Galanía y Raquel Andueza.

jueves, 16 de mayo de 2013

Dos maneras de honrar a Haendel


Un aria espléndida, “Lascia ch’io pianga” (“Déjame que llore mi cruel suerte, y que suspire por la libertad. Que el dolor rompa estas cadenas de mis martirios sólo por piedad), perteneciente a la ópera Rinaldo de Haendel, en dos versiones muy diferentes pero geniales, la del contratenor francés Philippe Jaroussky y la del pianista norteamericano Uri Caine y el trompetista italiano Paolo Fresu. Ambas imprescindibles,



martes, 14 de mayo de 2013

Theodor W Adorno. Tipos de comportamiento musical



T.W. Adorno, en su “Introducción a la sociología de la música”, sugiere de forma provocadora varios tipos de “comportamiento musical” en función del comportamiento y la actitud ante el discurso musical. Así, Adorno habla del “oyente experto”, el “buen oyente”, el “consumidor cultural”, el “oyente emocional”, el oyente “estético-musical” u “oyente resentido”, el “oyente entretenido”, el “oyente misceláneo” y el “oyente indiferente, no musical y antimusical”.

Diríamos que el oyente experto es plenamente consciente de lo que escucha y lo asimila con naturalidad. Adorno circunscribe esta categoría a los músicos profesionales.

El buen oyente, pese a no ser consciente de las implicaciones técnicas y estructurales, enjuicia con fundamento. Adorno lo considera “ser humano musical” y lo cree propio de círculos cortesanos y aristocráticos. Según el filósofo, es “un bien cada vez más escaso” que apenas se encuentra ya “entre la pequeña burguesía”.

El consumidor cultural es un oyente con formación, oyente burgués ubicado habitualmente entre el público de ópera y concierto. Insaciable consumidor de discos y recitales, respeta la música como un bien cultural, conoce el repertorio y tiene algo de fetichista. Le impresiona la técnica y es conservador, incluso reaccionario. Casi siempre recela de la nueva música. Acostumbra a ser clave en la toma de decisiones relativas a la vida musical oficial.

El oyente emocional, variante del consumidor cultural, está emparentado con el oyente sensual, aunque quizás con un menor nivel de superficialidad que este.

El oyente sensual se resiste a todo intento de escucha estructural. Para él, la música es un medio al servicio de los fines de su propia “economía instintiva”.

El oyente estético-musical es opuesto al emocional. En lugar de evadirse por medio de la música de la “prohibición civilizadora del sentimiento”, se apropia de este último “como norma de comportamiento musical”. Adorno lo bautiza como “oyente resentido” e incluye en este grupo a los amantes de Bach o de la música anterior. La fidelidad a la obra en, para ellos, un fin en sí mismo. Tiene una gran influencia en la pedagogía musical.

El experto (o fanático) en jazz está emparentado con el tipo anterior. Se imagina a sí mismo como vanguardista.

El oyente entretenido es, cuantitativamente, el tipo más importante y se gradúa por la industria cultural. Aunque no escuche la música, el hecho de tener la radio encendida le produce placer.

El oyente misceláneo es el que “no puede trabajar sin que pite la radio”, el que “mata el tiempo y suspende la soledad mediante una escucha que le transmite sensación de compañía”, el “amante de melodías de operetas”, el que “carece de información y se deja entretener por una mercancía”. Pasivo generalmente, se dispersa y desconcentra con facilidad.

Por último, el oyente indiferente, no musical y antimusical lo es por “procesos durante su infancia” y no por falta de disposición natural.

El propio Adorno deja claro que no pretende (aunque lo haga) descalificar y que respeta la libertad del individuo a la hora de escoger una actitud (pues de eso, y no de otra cosa, se trata) ante la escucha musical. Provocaciones aparte, Adorno, uno de los grandes filósofos y sociólogos del siglo XX, de gran vocación musical (compuso varias obras que llegaron a grabarse), describía en este texto (escrito ya hace medio siglo) distintos tipos de escucha que pueden tener su correlación en los diferentes perfiles de oyentes que, aún hoy y con las salvedades que sean necesarias, podemos encontrar.

lunes, 13 de mayo de 2013

Otra triste despedida, como lágrimas en la lluvia



Mala racha llevamos. Ha fallecido Constantino Romero. No es difícil poner pegas al nivel interpretativo en el cine español, pese a que ha habido y sigue habiendo grandes actores (entre los que se fueron, Pepe Sancho, entre los que están, Eduard Fernández), sobre todo en lo que respecta a las últimas y decepcionantes hornadas (sé que generalizo, pero pocos son capaces de aportar una interpretación que perdure). No sucede lo mismo con el nivel general del doblaje, que es magnífico. Admitiendo que el doblaje inevitablemente resta una parte importante del trabajo de un actor, hay que reconocer que, en determinados casos, la excelencia de quien dobla llegar incluso a superar la versión original, pese a que la manipula de alguna manera. Entre los grandes dobladores estaba sin duda alguien que acaba de despedirse de forma definitiva (lo había hecho a nivel profesional hacía ya algún tiempo): Constantino Romero. Sirva esta entrada como homenaje a un artista que antecedió en el teatro a Johnny Depp (protagonista de la versión cinematográfico-burtoniana) en el papel Sweeney Todd, junto a otra figura del doblaje, Vicky Peña, y que puso su voz a Clint Eastwood en maravillas como “Los puentes de Madison”. Pero si hay un momento estelar, en mi opinión, en la carrera de Constantino, es este:



Descansa en paz.

jueves, 9 de mayo de 2013

Adiós al bandido Fendetestas




Se va uno de los grandes. Alfredo Landa debutó en la inolvidable “Atraco a las tres” con el personaje del Sr Capillo, el buenazo y torpe del grupo y, superado el landismo, se convirtió en uno de nuestros mejores actores. Si tengo que quedarme con un papel, uno solo, elijo sin dudarlo el del bandido Fendetestas de “El bosque animado”. 

¡Mecaso en Soria! Hasta siempre, Fendetestas. Descansa en paz.

lunes, 6 de mayo de 2013

La derniere valse




El venezolano Reinaldo Hahn (1874-1947) era, hasta ahora, un compositor desconocido para mí. No puedo dejar de compartir esta encantadora pieza titulada La derniere valse, perteneciente a la revista Une Révue (1926), en interpretación de Felicity Lott acompañada por Graham Johson al piano.